La mayoría de nosotras antes de ser madres tenemos una idea de la maternidad muy alejada de la realidad, al menos fue mi caso, creí que mi vida sería como en los comerciales de TV y las fotografías de las revistas: una casa impecable en colores claros como blanco y beige, una alfombra perfectamente aspirada, yo con mi maquillaje muy natural y bonito, con cabello sedoso, ropa limpia y mi bebé perfectamente cooperando conmigo para mostrarle el mundo... ¡ESPERA! La vida de mamá no es así, al menos no para la mayoría de los mortales.

Ser mamá no es el trabajo mas difícil del mundo, pero al principio es complicado, es como una nueva amistad, tu único amigo del salón de clases tiene que irse de la ciudad por el trabajo de su padre y entonces crees que pasarás el resto de tus años escolares solo, hasta que el profesor les manda a hacer binas para un trabajo y ahí encuentras a alguien que al principio no saben cómo encajar, su manera de trabajar y de pedir las cosas es diferente, tu intentas cooperar pero pareciera que nunca podrán terminar el trabajo, hasta que con algo de práctica lo logran. Así es la maternidad, trabajo en equipo.
Cuando recién nació Alejandra tenía un montón de consejos sobretodo de parte de mi madre y yo no sabía exactamente qué hacer, si seguir mi intuición o seguir sus consejos, fue una etapa complicada en la cual pienso que tal vez tuve depresión post-parto y nunca lo supe, es decir, nunca fui a un médico ni le dije a nadie cómo me sentía.

Ser mamá no es el trabajo mas difícil que he hecho pero si es uno de los que mas retos ha representado para mi. Antes de la maternidad mi mayor responsabilidad era cuidar de mi misma, y así lo hacía, mantenía limpia mi mente, cuerpo y alma, hacía ejercicio, comía 5 comidas diarias con las calorías y los nutrientes que necesitaba, no comía carnes rojas mas de 3 veces por semana, frutas y verduras frescas tenían una gran presencia en mis platillos, organizaba perfectamente todo, como mi habitación (que era como mi santuario), me nutria todos los días estudiando y leyendo un buen libro, además desarrollaba varios hobbys a la vez y mantenía mi colección de maquillajes y zapatos bien actualizada... Mi vida era perfecta para mi porque mi propósito, de cuidar de mi misma, lo estaba cumpliendo, sin embargo todo cambió cuando me convertí en mamá, mi mayor responsabilidad dejé de ser yo y pasó a ser mi hija, ahora debía cuidar de otro ser porque ya había demostrado que podía cuidar de mi misma, fue un shock tremendo pues me había convertido en mi prioridad y sería difícil cumplir mi nuevo propósito. El llanto en la madrugada de mi bebé me hacía levantarme inmediatamente de la cama con un salto y casi en automático hacía de todo hasta que dejaba de llorar, así fueron básicamente los primeros 6 meses, nunca pensé en mi, en mis metas, mis sueños, tal vez lo pensé en algún momento y cavilaba sobre ello pero al final nunca llegaba a ningún lado.
No quiero causar lástima o decir que la maternidad es horrible, solo es la realidad, es difícil, sobretodo con el primer bebé, creo que sería mucho mas sencillo si todos fuéramos sinceros al respecto, porque a veces pecamos de mentirosos, en la TV pasan comerciales como ya la mencioné arriba, con una casa llena de muebles blancos y todo muy pulcro y bonito, y por otro lado, en las redes sociales vemos imágenes o incluso fotos donde muestran una casa patas arriba y una mamá histérica con cara lavada, ambas situaciones tienen algo de verdad y algo de mentira, pero nos gusta dramatizar todo, ¿por qué? Supongo que se debe al marketing, ese marca de pañales no va a vender si pone un ambiente sucio, y esa fanpage de facebook no va a ganar "me gusta" con una súper mamá en una casa lujosa porque no nos sentiremos identificadas.

La maternidad es muy diferente para cada una de nosotras, por eso a veces podría ser difícil, no hay un manual y aunque ser mamá es algo natural y un puesto que existe desde hace mucho mucho (mucho) tiempo, aún hoy en día nos sentimos algo perdidas. Es bueno saber que podemos crear un grupo en facebook y reunir a todas las mamás de nuestra ciudad y entonces poder unirnos e intercambiar ideas y consejos reales, no?